Análisis sobre la luz
de las estrellas espectros luminosos y galaxias.
Las estrellas tienen una
fuente interna de energía. Pero, al igual que todo tipo de combustible, sus
reservas son limitadas. A medida que consumen su suministro de energía las estrellas
van cambiando y cuando se les acaba, mueren. El tiempo de vida de las
estrellas, aunque muy largo comparado con las escalas de tiempo humanas, es,
por lo tanto, finito. Las estrellas son masas de
gases, principalmente hidrógeno y helio, que emiten luz. Se encuentran a
temperaturas muy elevadas. En su interior hay reacciones nucleares. El Sol es
una estrella. La estructura interna de las estrellas no se puede observar de
forma directa, hay estudios que indican corrientes de convección una densidad y
una temperatura que aumentan hasta alcanzar el núcleo.
A finales
de siglo XVII Newton dirigió un rayo
de luz solar sobre un prisma de vidrio y obtuvo por primera vez,
proyectado sobre una pantalla, una gama continua de colores. Es posible observar
este fenómeno en múltiples situaciones de la vida cotidiana, como el arco iris o
cuando incide la luz en un vidrio tallado. Es lo que se llama espectro luminoso
de la luz solar, y nos permite deducir que ésta se encuentra compuesta por una
mezcla de radiaciones luminosas de distintos colores. Las radiaciones (no sólo
las visibles, sino otras como las infrarrojas, ultravioleta, rayos X, etc.) son
de naturaleza ondulatoria, y en lo único que se distinguen es en su longitud de
onda. En el espectro visible (el del arco iris) el
color violeta es que tiene la menor longitud de onda y el rojo la mayor.
Una galaxia es un
conjunto masivo de estrellas, nubes de gas, planetas, polvo cósmico, materia
oscura, y quizá energía
oscura, unido gravitatoriamente. La cantidad de
estrellas que forman una galaxia es contable, desde las enanas,
con 10, hasta las gigantes, con 10 estrellas
(según datos de la NASA del último trimestre del 2009) La mayoría de las galaxias tienen un diámetro
entre cien y cien mil parsecs y están
usualmente separadas por distancias del orden de un millón de parsecs, En 1610, Galileo Galilei usó un telescopio para estudiar la cinta lechosa en el cielo nocturno,
llamada Vía Láctea, y descubrió que está compuesta por una inmensa cantidad
de pequeñas estrellas. Hacia el
final del siglo XVIII, las galaxias no habían sido descubiertas. Charles
Messier compiló un catálogo (Catálogo Messier) que contenía 103 objetos
astronómicos que él denominó "Nebulosas y Cúmulos de
Estrellas",
t-fam� k " i �e�
���
oman","serif";
mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-fareast-language:ES'>
Al encontrarse hielo y fuego, la nieve, lentamente,
empezó a derretirse y, moldeada por el frío, pero despertando a la vida por el
calor, surgió una extraña criatura, un enorme ogro llamado Ymer, el gigante más
grande que jamás haya existido.
Conforme el hielo se derretía, las gotas iban
configurando otra criatura con ubres y cuernos: una vaca colosal llamada
Audhumla. Daba tanta leche, que el níveo líquido fluía de sus descomunales
pezones como ríos caudalosos. Así encontró sustento Ymer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario